Que rabia me da ser tan cabezona porque en algunas ocasiones, este defecto me provoca hacer cosas como irme a la cama a las tantas, por terminar un trabajo. Es lo que me pasó ayer, hasta que terminé esta página no descansé, y nunca mejor dicho lo de descansar.
Es preciosa. Tu hijo por lo menos quiere su peluche, pero el mío quiere mi mano, o sea, que imagina. Besos.
ResponderEliminarme gusta mucho como te ha quedado, Rosi! los kits de febrero dan un juego tremendo!
ResponderEliminar